Estas fotos nos las envía Paty González. Las dos primeras fotos son de su casa, y se muestran unas interesantes formas blancas. Las dos últimas son de un taller mecánico, y se ve claramente un fantasma y la aparición de un hombre.
martes, 15 de diciembre de 2009
sábado, 12 de diciembre de 2009
Posesión en mi casa!
Esta historia nos la envía Paty González:
Hola,
bueno soy una mujer de 47 años, desde hace mas de 15 años, he tenido muchos fenomenos paranormales en mi casa, algunas muy fuertes segun mi criterio,
Y pues bueno les platicare la mas reciente:
El 24 de julio de este año x terminar, mi hija menor de 17 años me pidió permiso de asistir a una pijamada en casa de una amiga, pasaria ahi la noche con otras amiguitas de la escuela, bueno al dia siguiente sabado x cierto, mi hija llego temprano a casa junto con otra amiga a la que llamaremos deniss, mi hija llego muy asustada diciendome que venia aterrada, ya que su amiga deniss(su mejor amiga), se le habia metido algo, nos comento que estaban ya todas dormidas cuando de repente deniss comenzo a reirse sola y se le avento encima a otra amiguita tratando de ahorcarla que todas las chicas se despertaron, y se quedaron pasmadas, entonces mi hija y otra chica trataron de agarrarla y deniss las avento a las dos juntas con un brazo, despues comenzo el gritadero de niñas y deniss de repente se comenzo a convulsionar y a poner los ojos en blanco y a insultar a todas las chicas.
En eso llego la mama de la chica que las habia invitado y comenzo a enojarse por el gritadero, vio a deniss se enojo mas la sra. penso que habian ingerido alcohol de mas o se habia metido estupefacientes, y bueno despues de que todas las niñas negaron esto y viendo la fuerza que tenia y la manera en que se contorsionaba denis y que nadie la podia agarrar corrio x agua bendita y comenzo a echarsela y a rezar, con esto deniss se puse mas violenta y si duro un rato hasta que deniss se durmio. bueno la sra. tempranito al otro dia les pidio que llevaran a deniss con un sacerdote.
Esto fue lo que nos platico mi hija, y pues bueno despues de calmarla y preguntarle a deniss que que habia pasado, ella nos dijo que no se acordaba de nada, transcurrio el dia y no paso nada, mi hija pidio permiso para que deniss para el fin de semana con nosotros, se le llamo por telefono a la mamá de deniss para pedir permiso etc.
pues bueno ese dia y en la noche todo estuvo tranquilo y en paz, el domingo tambien todo el dia estuvo genialll
ya en la noche cuando todos nos retiramos a dormir comencé a sentir mucho miedo y una angustia terrible, y no podia dormir, a eso de la 1.30 de la madrugada fui al cuarto donde dormian mis 2 hijas mas deniss, y vi que deniss estaba moviendo un brazo y la mano muy raro y ella estaba roncando, asi que le tome la mano y comencé a rezar un padre nuestro, cuando se me fue encima con una cara espantosa, babeando y riendoseee
por dios, no era la cara de deniss, estaba rara su cara
asi que le grite a mi nuera, y a mi hijo de 18 años, para que me ayudaran a agarrarla, eramos 8 personas y no podiamos con ella nos levantaba a todos juntos, comenzo a decir muchas groserias y a decir que nos iba a matar a todos, la casa se puso helada, olia a huevo podrido, deniss comenzo a sacar la lengua y a moverse como culebbra, cada ves que hablaba olia a excrementoo.
lo unico que supimos hacer fue rezar, rezar y rezar y echar agua bendita
Lo mas terrorifico fue que cuando hablaba se oian dos voces mas espantosoooo
Asi duramos hast las 6 a.m. del lunes que se tranquilizo todo y nos retiramos un poco a dormir.
despertamos a eso de las 12 del dia x los gritos de deniss de nuevo, se arqueaba de la cintura hacia arriba totalmente y entre mi esposo, mis 2 hijos varones y yo la tratabamos de poner bien x miedo a que se lastimada y no podiamos eramos 8 personas las que tratabamos de controlarla, pero la fuerza de deniss era sorprendente, todos estabamos aterrados, en mi casa prendimos incienso y salio volando algunas figuras catolicas salieron volando sin ninguna explicacion.
asi llegamos hasta las 10 de la noche, tratando de controlar este suceso aterrador, llamando sacerdotes, parapsicologos y bueno ninguno pudo asistirnos ese dia, a esa hora mas o menos llego el papa de deniss, preocupado ya que se le habia llamado a medio dia, pero los seres andaban en toluca.
cuando llego el papa de esta niña se llamo ambulancia, y bueno llego la policia, ambulancia y la chica seguia posesa, asi que se llevaron a la niña a la cruz roja y ahi le hicieron analisis de sangre y otros estudios y no le encontraron nada, asi que la doparon y la mandaron a su casa diciendole a sus papa que no sabian que le pasaba.
de ahi en adelante en mi casa se veia una sombra negra, se escuchaban pasos ruidos, que alguien nos tocaba
en verdad espantosooo, ni en mis mejores pesadillas he vivido algo asi,
y esta es la historia la cual dejo a su consideracion, es totalmente veridica
gracias x leerme
Hola,
bueno soy una mujer de 47 años, desde hace mas de 15 años, he tenido muchos fenomenos paranormales en mi casa, algunas muy fuertes segun mi criterio,
Y pues bueno les platicare la mas reciente:
El 24 de julio de este año x terminar, mi hija menor de 17 años me pidió permiso de asistir a una pijamada en casa de una amiga, pasaria ahi la noche con otras amiguitas de la escuela, bueno al dia siguiente sabado x cierto, mi hija llego temprano a casa junto con otra amiga a la que llamaremos deniss, mi hija llego muy asustada diciendome que venia aterrada, ya que su amiga deniss(su mejor amiga), se le habia metido algo, nos comento que estaban ya todas dormidas cuando de repente deniss comenzo a reirse sola y se le avento encima a otra amiguita tratando de ahorcarla que todas las chicas se despertaron, y se quedaron pasmadas, entonces mi hija y otra chica trataron de agarrarla y deniss las avento a las dos juntas con un brazo, despues comenzo el gritadero de niñas y deniss de repente se comenzo a convulsionar y a poner los ojos en blanco y a insultar a todas las chicas.
En eso llego la mama de la chica que las habia invitado y comenzo a enojarse por el gritadero, vio a deniss se enojo mas la sra. penso que habian ingerido alcohol de mas o se habia metido estupefacientes, y bueno despues de que todas las niñas negaron esto y viendo la fuerza que tenia y la manera en que se contorsionaba denis y que nadie la podia agarrar corrio x agua bendita y comenzo a echarsela y a rezar, con esto deniss se puse mas violenta y si duro un rato hasta que deniss se durmio. bueno la sra. tempranito al otro dia les pidio que llevaran a deniss con un sacerdote.
Esto fue lo que nos platico mi hija, y pues bueno despues de calmarla y preguntarle a deniss que que habia pasado, ella nos dijo que no se acordaba de nada, transcurrio el dia y no paso nada, mi hija pidio permiso para que deniss para el fin de semana con nosotros, se le llamo por telefono a la mamá de deniss para pedir permiso etc.
pues bueno ese dia y en la noche todo estuvo tranquilo y en paz, el domingo tambien todo el dia estuvo genialll
ya en la noche cuando todos nos retiramos a dormir comencé a sentir mucho miedo y una angustia terrible, y no podia dormir, a eso de la 1.30 de la madrugada fui al cuarto donde dormian mis 2 hijas mas deniss, y vi que deniss estaba moviendo un brazo y la mano muy raro y ella estaba roncando, asi que le tome la mano y comencé a rezar un padre nuestro, cuando se me fue encima con una cara espantosa, babeando y riendoseee
por dios, no era la cara de deniss, estaba rara su cara
asi que le grite a mi nuera, y a mi hijo de 18 años, para que me ayudaran a agarrarla, eramos 8 personas y no podiamos con ella nos levantaba a todos juntos, comenzo a decir muchas groserias y a decir que nos iba a matar a todos, la casa se puso helada, olia a huevo podrido, deniss comenzo a sacar la lengua y a moverse como culebbra, cada ves que hablaba olia a excrementoo.
lo unico que supimos hacer fue rezar, rezar y rezar y echar agua bendita
Lo mas terrorifico fue que cuando hablaba se oian dos voces mas espantosoooo
Asi duramos hast las 6 a.m. del lunes que se tranquilizo todo y nos retiramos un poco a dormir.
despertamos a eso de las 12 del dia x los gritos de deniss de nuevo, se arqueaba de la cintura hacia arriba totalmente y entre mi esposo, mis 2 hijos varones y yo la tratabamos de poner bien x miedo a que se lastimada y no podiamos eramos 8 personas las que tratabamos de controlarla, pero la fuerza de deniss era sorprendente, todos estabamos aterrados, en mi casa prendimos incienso y salio volando algunas figuras catolicas salieron volando sin ninguna explicacion.
asi llegamos hasta las 10 de la noche, tratando de controlar este suceso aterrador, llamando sacerdotes, parapsicologos y bueno ninguno pudo asistirnos ese dia, a esa hora mas o menos llego el papa de deniss, preocupado ya que se le habia llamado a medio dia, pero los seres andaban en toluca.
cuando llego el papa de esta niña se llamo ambulancia, y bueno llego la policia, ambulancia y la chica seguia posesa, asi que se llevaron a la niña a la cruz roja y ahi le hicieron analisis de sangre y otros estudios y no le encontraron nada, asi que la doparon y la mandaron a su casa diciendole a sus papa que no sabian que le pasaba.
de ahi en adelante en mi casa se veia una sombra negra, se escuchaban pasos ruidos, que alguien nos tocaba
en verdad espantosooo, ni en mis mejores pesadillas he vivido algo asi,
y esta es la historia la cual dejo a su consideracion, es totalmente veridica
gracias x leerme
martes, 8 de diciembre de 2009
No se duerma en el metro!!
Este artículo fue publicado en una revista del Distrito Federal hace ya algunos años por un columnista de un periódico local. Su relato transcurre en la terminal Barranca del muerto, una de las estaciones del metro más profundas de esta ciudad. Supuestamente, aunque el relato esta referido en tercera persona, el periodista fue el protagonista. Aunque nos podría parecer curioso, en los interiores del metro, similar a esta historia, se cuentan muchas otras, referentes a lo que los trabajadores llaman "hombres rata", pero que en realidad son una especie de vampiros, conocidos como "vampiros nómadas".
La historia comienza así:
"¿Tú has sabido qué le ocurre a las personas que se quedan dormidas en los vagones que siguen avanzando después de la última estación?".
"La verdad, no"- repuso el compañero.
"Yo sí lo sé", continuó Arturo. "esto que te voy a
contar no es un cuento, te pido que me lo creas, por tu bien.
Nunca lo repetiré ante ustedes".
"Fue hace justo un año. Serían cerca de las once de la noche y salía yo del trabajo después de un día durísimo. Tomé el Metro en la estación Hidalgo, y me dirigí hacia Tacuba.
Ahí transbordé hacia Barranca del Muerto. Ya a esa hora, el Metro va casi vacío. Cerca de Tacubaya me quedé dormido.
El tren llegó sin duda a la terminal, sin que yo despertara.
No oi la distorsionada voz de advertencia que sale del sistema del sonido, ni el insistente pitido del silbato electrónico que anuncia las paradas.
Después unos segundos después, cuando ya el vagón se dirigía hacia el inquietante tunel que con- tinúa el trayecto, alcancé a ver el letrero y la insignia de mi estación de destino la cual quedaba atrás. Con preocupación y fastidio, pude ver que no iba solo. Unos asientos más
adelante iba un tipo viejo y desastrado, en evidente estado de ebriedad que seguía dormido, y cabeceaba con cierto ritmo. Pensé que quizá este tren cambiarla de vía y regresaría por el mismo trayecto en unos momentos más. Pero no fue asi. "El vagón siguió adelante, se desvió hacia la derecha y después de avanzar varias decenas de metros, hizo alto en un
lugar totalmente oscuro.
El motor se detuvo y lo mismo la ventilación. El silencio más absoluto cayó sobre nosotros. Fue entonces cuando las luces se apagaron. Ahí, empecé a sentir algo de miedo.
Habla un poco de claridad, proveniente de la parte posterior del túnel. Por fortuna, traía mi ¡interna de bolsillo y además ésta tenía pilas. Me paré y me dirigí a mi aún dormido compañero de tribulación. Me acerqué a él y lo sacudí por el hombro. Me preguntó qué pasaba y rápidamente le expliqué nuestra situación. Respondió con una
imprecaución y puso su rostro contra la ventana a tratar de ver dónde nos hallábamos.
Me di cuenta que este vagón se quedaría ahí toda la noche, por lo que me dispuse a tratar de forzar una de las puertas.
Era inútil, me convencí que sólo saltando a través de una de las ventanas podría salir del carro. Fue entonces cuando oí un ruido en el techo. Algo cayó encima del vagón y recorría el techo. De pronto, se escuchó un ruido en el otro extremo del carro. Di- rigí el haz de mi linternita y pude ver una sombra que caía al suelo después de haber entrado por la ventana. "¡Vaya, al fin!.. ¡oiga,
necesitamos que nos ayude a salir! ". No hubo respuesta. El borracho fue más directo avanzó hacia el intruso y lo tornó de la ropa. " ¡Sáquenos de aquí!.. ¡Esto es un atropello, malditos burócratas!"...
El extraño no respondió, sólo levantó una mano. "A la luz de mi linterna pude ver que era blanca corno la harina, delgada y fibrosa, y con unas larguísimas uñas que semejaban garras. Como un
rayo esa mano rasgó la garganta del pobre vagabundo. Fue entonces cuando vi el rostro del ser que tenía enfrente. Pálido, calvo, con enormes ojos amarillos, orejas largas, una nariz grotescamente respingada con dos protuberancias camosas en la punta. Vi cómo abrió la boca llena de dispares y puntiagudos dientes, que pronto recibió el borbotón de sangre que salía del
pobre pasajero.
Fue en ese momento cuando recibieron mis narices la patada del nauseabundo olor que despedía esa criatura. El espectáculo y el olor me hicieron de inmediato vomitar.
En medio de las arcas de la basca, escuché otro ruido metálico detrás de mí ¡Alguien más entraba al vagón por otra ventana! No esperé un segundo más. Me lance hacia el primer intruso que aún se cebaba en su víctima, y derribándolos a ambos sin duda, intente lo inesperado de mi reacción, llegué a la ventana por donde había penetrado el primer monstruo.
Escuché un forcejeó detrás de mí, con el que sin duda mi invisible perseguidor se abría paso también entre la pareja victima-victimario que se interponla entre nosotros.
Salté fuera del vagón y logré caer en el suelo sin dislocarme siquiera un tobillo. Emprendi la huida, como un poseso, hacia el extremo iluminado del túnel. Detrás de mí se dejaba oír un jadeo
que acompañaba ritmicamente a un penetrante chillido.
"La luz aumentaba poco a poco. Sentía que mi perseguidor rápidamente iba descontando ventaja. Decidí voltear la cabeza... y quizá eso sea lo que más me ha desgraciado la vida de toda
esa experiencia. Vi un ser similar al que habia despedazado al pobre ebrio en el vagón, nada más que éste mostraba una regocijada sonrisa idiota. En la penumbra del túnel, veía su tez, amarillo limón, y su larga frente con que se relamia con anticipación.
Por fortuna, de frente llegaba otro tren de vagones del metro. Salté a su paso y alcance la parte central del túnel. Mi perseguidor no quiso hacer lo propio. Recorri los últimos metros que me separaban ya de la iluminada estación. Al llegar a ella, subí al andén. Justo a tiempo. Unos metros atrás la criatura, que se habla desplazado por el techo del túnel, asida de sus largas garras, tanto de manos como de pies, cayo detrás de mí, y alcanzó a lanzarme un zarpazo a la pantorrillña". Arturo nos mostró la cicatriz, que aun dejaba ver las huellas de una prolongada infección que apenas habla sido dominada.
"Y en el andén, emprendi la carrera hacía la calle. No me detuve hasta llegar a mi departamento, donde atranqué la puerta y me refugié en un garrafón de mezcal.
"Me expliqué por qué, en los talleres del Metro se trapea y se friega con tanto esmero el piso de los vagones todas las mañanas. ¡No se duerman en el Metro, Si lo hacen, corren el peligro de, por
lo menos, no volver a poder dormir nunca más con tranquilidad."
La historia comienza así:
"¿Tú has sabido qué le ocurre a las personas que se quedan dormidas en los vagones que siguen avanzando después de la última estación?".
"La verdad, no"- repuso el compañero.
"Yo sí lo sé", continuó Arturo. "esto que te voy a
contar no es un cuento, te pido que me lo creas, por tu bien.
Nunca lo repetiré ante ustedes".
"Fue hace justo un año. Serían cerca de las once de la noche y salía yo del trabajo después de un día durísimo. Tomé el Metro en la estación Hidalgo, y me dirigí hacia Tacuba.
Ahí transbordé hacia Barranca del Muerto. Ya a esa hora, el Metro va casi vacío. Cerca de Tacubaya me quedé dormido.
El tren llegó sin duda a la terminal, sin que yo despertara.
No oi la distorsionada voz de advertencia que sale del sistema del sonido, ni el insistente pitido del silbato electrónico que anuncia las paradas.
Después unos segundos después, cuando ya el vagón se dirigía hacia el inquietante tunel que con- tinúa el trayecto, alcancé a ver el letrero y la insignia de mi estación de destino la cual quedaba atrás. Con preocupación y fastidio, pude ver que no iba solo. Unos asientos más
adelante iba un tipo viejo y desastrado, en evidente estado de ebriedad que seguía dormido, y cabeceaba con cierto ritmo. Pensé que quizá este tren cambiarla de vía y regresaría por el mismo trayecto en unos momentos más. Pero no fue asi. "El vagón siguió adelante, se desvió hacia la derecha y después de avanzar varias decenas de metros, hizo alto en un
lugar totalmente oscuro.
El motor se detuvo y lo mismo la ventilación. El silencio más absoluto cayó sobre nosotros. Fue entonces cuando las luces se apagaron. Ahí, empecé a sentir algo de miedo.
Habla un poco de claridad, proveniente de la parte posterior del túnel. Por fortuna, traía mi ¡interna de bolsillo y además ésta tenía pilas. Me paré y me dirigí a mi aún dormido compañero de tribulación. Me acerqué a él y lo sacudí por el hombro. Me preguntó qué pasaba y rápidamente le expliqué nuestra situación. Respondió con una
imprecaución y puso su rostro contra la ventana a tratar de ver dónde nos hallábamos.
Me di cuenta que este vagón se quedaría ahí toda la noche, por lo que me dispuse a tratar de forzar una de las puertas.
Era inútil, me convencí que sólo saltando a través de una de las ventanas podría salir del carro. Fue entonces cuando oí un ruido en el techo. Algo cayó encima del vagón y recorría el techo. De pronto, se escuchó un ruido en el otro extremo del carro. Di- rigí el haz de mi linternita y pude ver una sombra que caía al suelo después de haber entrado por la ventana. "¡Vaya, al fin!.. ¡oiga,
necesitamos que nos ayude a salir! ". No hubo respuesta. El borracho fue más directo avanzó hacia el intruso y lo tornó de la ropa. " ¡Sáquenos de aquí!.. ¡Esto es un atropello, malditos burócratas!"...
El extraño no respondió, sólo levantó una mano. "A la luz de mi linterna pude ver que era blanca corno la harina, delgada y fibrosa, y con unas larguísimas uñas que semejaban garras. Como un
rayo esa mano rasgó la garganta del pobre vagabundo. Fue entonces cuando vi el rostro del ser que tenía enfrente. Pálido, calvo, con enormes ojos amarillos, orejas largas, una nariz grotescamente respingada con dos protuberancias camosas en la punta. Vi cómo abrió la boca llena de dispares y puntiagudos dientes, que pronto recibió el borbotón de sangre que salía del
pobre pasajero.
Fue en ese momento cuando recibieron mis narices la patada del nauseabundo olor que despedía esa criatura. El espectáculo y el olor me hicieron de inmediato vomitar.
En medio de las arcas de la basca, escuché otro ruido metálico detrás de mí ¡Alguien más entraba al vagón por otra ventana! No esperé un segundo más. Me lance hacia el primer intruso que aún se cebaba en su víctima, y derribándolos a ambos sin duda, intente lo inesperado de mi reacción, llegué a la ventana por donde había penetrado el primer monstruo.
Escuché un forcejeó detrás de mí, con el que sin duda mi invisible perseguidor se abría paso también entre la pareja victima-victimario que se interponla entre nosotros.
Salté fuera del vagón y logré caer en el suelo sin dislocarme siquiera un tobillo. Emprendi la huida, como un poseso, hacia el extremo iluminado del túnel. Detrás de mí se dejaba oír un jadeo
que acompañaba ritmicamente a un penetrante chillido.
"La luz aumentaba poco a poco. Sentía que mi perseguidor rápidamente iba descontando ventaja. Decidí voltear la cabeza... y quizá eso sea lo que más me ha desgraciado la vida de toda
esa experiencia. Vi un ser similar al que habia despedazado al pobre ebrio en el vagón, nada más que éste mostraba una regocijada sonrisa idiota. En la penumbra del túnel, veía su tez, amarillo limón, y su larga frente con que se relamia con anticipación.
Por fortuna, de frente llegaba otro tren de vagones del metro. Salté a su paso y alcance la parte central del túnel. Mi perseguidor no quiso hacer lo propio. Recorri los últimos metros que me separaban ya de la iluminada estación. Al llegar a ella, subí al andén. Justo a tiempo. Unos metros atrás la criatura, que se habla desplazado por el techo del túnel, asida de sus largas garras, tanto de manos como de pies, cayo detrás de mí, y alcanzó a lanzarme un zarpazo a la pantorrillña". Arturo nos mostró la cicatriz, que aun dejaba ver las huellas de una prolongada infección que apenas habla sido dominada.
"Y en el andén, emprendi la carrera hacía la calle. No me detuve hasta llegar a mi departamento, donde atranqué la puerta y me refugié en un garrafón de mezcal.
"Me expliqué por qué, en los talleres del Metro se trapea y se friega con tanto esmero el piso de los vagones todas las mañanas. ¡No se duerman en el Metro, Si lo hacen, corren el peligro de, por
lo menos, no volver a poder dormir nunca más con tranquilidad."
viernes, 4 de diciembre de 2009
Fantasmas o apariciones?
Cuando escuchamos relatos sobrenaturales es muy común que se usen términos como "fantasmas" y "apariciones" como si se tratase de lo mismo. Sin embargo, dentro de la parapsicología, son conceptos que nos sirven para clasificar fenómenos en específico.
Fantasmas, apariciones y sombras son las manifestaciones más comunes encontradas en el terreno sobrenatural, las cuales tienen como característica común ser en la mayoría de las ocasiones visibles para el ojo humano.
Los fantasmas son manifestaciones amorfas de la energía de un espíritu. Dada esta característica, pueden presentarse en forma de humo, luz, niebla o siluetas tenues que a veces ni siquiera permiten distinguir si son figuras masculinas o femeninas.
Por el lado contrario, las apariciones son manifestaciones donde se alcanza a distinguir más claramente la forma del espíritu, si es hombre o mujer, la ropa que vestía e incluso algunas veces rasgos que nos indican cómo murió (heridas, quemaduras, marcas, etc). Son considerados espíritus arraigados mucho tiempo en este plano, lo que les concede la energía necesaria para materializarse.
Por último, tenemos la categoría de "sombras", que, como su nombre lo indica, son manifestaciones con esta forma pero que algunas otras veces se presentan en forma de humo negro. A diferencia de las apariciones y los fantasmas, las sombras no son siempre fenómenos que involucren espíritus, si no que pueden tratarse de seres malignos o incluso entidades demoniacas.
Ejemplos del fenómeno "fantasmas"
Los siguientes videos son ejemplos de apariciones. No estoy seguro si el segundo es real o no (por la reacción de los niños, que parecen no asustarse demasiado), pero aún así resulta interesante verlo.
A continuación, un video que nos muestra una aparición con rasgos de cómo murió. Se ve a un hombre calcinado, parado antes del hombre de rojo. Miren atentamente.
Estos videos nos muestran el fenómeno "sombras"
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